maricón : nm. Paquete de menú de madera, ramas.
Vino, botella de detrás de los bultos: el mejor vino, añejado en la bodega (detrás de los bultos).
Por extensión: Por detrás de los bultos: que presenta una calidad notable
(hablando de una cosa).
Paquete retorcido: insulto.
Gran suma.
La expresión "sentir al maricón": ser sospechoso de herejía (antes los herejes estaban condenados a la hoguera). Por extensión, inspira desconfianza, da una impresión de peligro.
Ser incrédulos, tener ideas demasiado libres en materia de religión - De manera más general, se aplica a cualquier persona, opinión o trabajo que genere un escándalo o inspire desconfianza, porque probablemente sea condenable. Ausencia de guillotina o silla eléctrica, era necesario encontrar una forma, extremadamente dolorosa si cabe, de matar al condenado a muerte. Se hacían grandes hogueras con leños rodeados de haces de leños pequeños apilados hábilmente para encender el fuego y esparcirlo sobre los leños colocados alrededor del poste donde, amarrado, el condenado viviría sus últimos momentos.
Ser incrédulos, tener ideas demasiado libres en materia de religión - De manera más general, se aplica a cualquier persona, opinión o trabajo que genere un escándalo o inspire desconfianza, porque probablemente sea condenable. Ausencia de guillotina o silla eléctrica, era necesario encontrar una forma, extremadamente dolorosa si cabe, de matar al condenado a muerte. Se hacían grandes hogueras con leños rodeados de haces de leños pequeños apilados hábilmente para encender el fuego y esparcirlo sobre los leños colocados alrededor del poste donde, amarrado, el condenado viviría sus últimos momentos.
Como resultado, las personas tratadas de esta manera poco antes de pasar de la vida a la muerte inevitablemente olían a bulto quemado. De esta práctica, muy aplicada a los herejes, nace nuestra metáfora en el siglo XVI, empleada por primera vez para las personas consideradas incrédulos antes de extenderse a todo lo considerado subversivo o capaz de conducir a la justicia.
La expresión “De detrás de los maricones”: muy bien conservada, excelente, rara, exclusiva, sorprendente. De excepcional calidad.
Originalmente, en el siglo XVIII, esta expresión se aplicaba al vino, aquel que se sacaba de la bodega donde había sido cuidadosamente guardado, escondido detrás de haces de leña almacenados para el invierno.
Conservado este vino de calidad para ocasiones especiales, la expresión ha acabado generalizándose, en sentido figurado, a todo aquello de altísima calidad, lo cual es excelente, raro o incluso sorprendente.
Algunos viticultores todavía utilizan hoy en día haces de sarmientos que se colocan delante de las válvulas de flujo, dentro de las tinas de fermentación de los vinos tintos.
Estos paquetes permiten que el jugo fluya mientras retienen las semillas de uva y otros desechos que podrían obstruir las bombas.
En este caso, es literalmente vino de detrás de los bultos que obtenemos.