molino : Nuevo Méjico Un moulin es un dispositivo que se utiliza para triturar, moler el grano de cereales; establecimiento que utiliza estos dispositivos.
(palabra del latín moliniode mola "Muela")
Máquina, motor.
Tener una hilandería: tener una o más fuentes de ingresos que aporten.
Automóvil, motor de avión. Spin, ronca su molino.
Molino de palabras: persona que habla sin parar (locuaz).
Locuciones: No podemos estar al mismo tiempo en el horno y en el molino: no podemos estar en todas partes al mismo tiempo.
Lucha contra molinos de viento: contra enemigos imaginarios (aludiendo a un episodio de Don Quijote de Cervantes.
Llevar agua al molino de alguien: proporcionarle recursos; sin querer darle argumentos en un debate.
Entramos en esta casa como en un molino, como queramos.
Cualquier fuente de flujo de caja
Molinillo de café: jugoso negocio.
Molino: tienda del receptor.
Molino de café: órgano de barril, que parece moler melodías.
Molino de viento: la espalda.
En la jerga de la prostitución, el molino es ante todo la chica que mejor trabaja (gira).
Molinillo de café: Ametralladora (jerga peluda, soldado de la Primera Guerra Mundial) y por analogía al sonido del molinillo de café rotatorio.
Molino de viento: en el idioma local, un oficial de policía uniformado a cargo del tráfico.
Molinillo de café: ametralladora.
Ve al molinillo de café: soporta la brutalidad policial.
- La expresión "Arrojando tu sombrero por los molinos de viento": Reconociendo que eres incapaz de resolver una dificultad - Darle la lengua al gato - Pararse en una historia, porque no conoces el resto - Actuar con libertad sin preocuparte por la opinión pública, desafiar el decoro.
He aquí una expresión que data del siglo XVII y que tuvo varios significados. Pero todos indican alguna forma de renuncia, a veces forzada. L'idée généralement évoquée, même si le pluriel reste une énigme, est que les moulins à vent étaient habituellement construits sur des hauteurs, et que jeter son bonnet par-dessus les moulins, c'était donc l'envoyer vraiment très haut donc très loin, marquant ainsi l'ampleur du renoncement.Si on fait abstraction des moulins, il faut tout de même tenter d'expliquer l'image du jet lointain du bonnet pour indiquer le fait d'arrêter de raconter quelque chose dont on ne connaît pas el fin. Según el autor y gramático francés Pierre-Marie Quitard (1792-1882), esto vendría del final de los cuentos de hadas contados a los niños, que a menudo terminaban con un "Tiré mi gorra sobre los molinos, no sé qué Todo esto se convirtió en ", una forma de decir que la posible continuación de las aventuras así contadas es otra historia. sobre, el que se libera de las limitaciones, y más concretamente a las jóvenes que sin vergüenza y conocer al lobo, enviando sus buenos comportamiento para pastar lejos sobre los molinos.
- La expresión "No poder estar (al mismo tiempo) en el horno y en el molino": No poder estar en todas partes al mismo tiempo - No poder hacer varias cosas al mismo tiempo.
Esta expresión está atestiguada a principios del siglo XVIII.
Viene de la ley feudal, cuando los campesinos o vasallos que querían moler su grano y cuero su pan debían usar el molino y horno común que les proporcionaba el señor supremo, por una tarifa (al igual que tenían que usar su lagar para obtener su vino).
Siendo las dos tareas necesariamente realizadas una tras otra, no se podía estar al mismo tiempo en el molino y en el horno (se decía además en el molino et en el horno, todos toman su turno).
- La expresión "Un molino de palabras": Una persona muy habladora.
Está el molino que lleva el nombre de lo que allí se muele, como el molino de trigo, etc. y el que lleva el nombre de lo que produce, como la almazara, por ejemplo.
Y nuestro parlanchín es indiscutiblemente de la segunda categoría, el hablador que produce, con su parloteo incesante, una cantidad inagotable de palabras.
Esta expresión, con su significado actual, nos llega desde la segunda mitad del siglo XVIII. El molino simboliza el mecanismo que gira sin detenerse, impulsado por el viento o el agua.
Pero un siglo antes, ya existía. En efecto, ella designó primero a la lengua, ese órgano que se agita constantemente en la boca de quien no sabe callar.
Es por metonimia que aquel cuyo "molino de palabras" funciona sin parar se ha convertido él mismo en "un molino de palabras".